Vida Cubica

Oyes una voz en tu cabeza. Te dice: "...díselo...vamos...díselo....no te reprimas...". Pero debes hacerlo, debes reprimirla. Si todos fuéramos haciendo lo que queremos, el mundo sería un caos, no se podría sobrevivir. Necesitamos encontrar el equilibrio entre los instintos reprimidos y los liberados. ¡Nadie dijo que fuera fácil! Pero ahora debo reprimirlos. Es grande el alcance de una decisión como ésta. Sí, en algún momento decidiré hacerlo...pero de momento no, me lo guardo para mí.

Mi Superyo está rebelde, insiste en hacer cosas que mi Yo se resiste a admitir. Todos mis alteregos no se ponen de acuerdo en las acciones que debo tomar. ¡Pero como calmar todas esas voces con una sola acción! Algo superior debe hacerlas callar, sin duda no será mi voluntad quien lo haga. Y al fondo de la habitación, sobre una repisa...encuentro la solución. Refugiarme en una fuerza mayor es el único remedio...¡y qué fuerza es mayor que el azar!

Una solución que abarca mucho más. Seis caras, y millones de posibilidades. Pura representación del azar, la mejor manera de acallar todas esas voces que te transtornan por la noche. ¿Decírselo o no decírselo? La única manera es seguir el dictado del azar. Lo sostienes en tus manos, te concentras. Los nervios a flor de piel, esto puede cambiar tu vida...¡te encuentras a un paso de la redención! Son éstos los momentos en los que las voces se vuelven más intensas, en pleno silencio y no eres capaz de oír tus propios pensamientos. Sujetas por últimos instantes el cubo, cierras el puño, lo mueves, lo lanzas con fuerza sobre la mesa...rueda, ni siquiera te atreves a mirar. No estás esperando un resultado, estás esperando a tu futuro, al destino mismo del propio azar.

...Rueda, y rueda. Finalmente, se para. Miras el resultado, miras tu destino, eres dueño de tu futuro y puedes verlo escrito en un cubo. Un 2. Todos los egos se callan, por esta vez tendrás que reprimirte. No pareces haber conseguido nada...pero has empezado una nueva...Vida Cúbica-